domingo, 25 de noviembre de 2007

El bueno de Alex: ración de fruta para niños hiperactivos.

El juego de palabras más rocambolesco para hacer referencia a un libro no menos extraño: La naranja mecánica. La novela más recordada de Anthony Burgess fue la escogida para grabar el que hasta ahora es el último programa de UDELV del que dispongo. Grabamos este último programa (por el momento) el 30 de septiembre, por lo que debió de emitirse el jueves 4 de octubre. Como sabéis, mis queridos lectores barra oyentes, vuestro humilde servidor estaba subiendo esos starrios programas de verano, para que pudieseis descargarlos, oírlos y estrujaros los rasudoques con los ingeniosos comentarios de David y míos propios.

El libro que hemos traído para esta ocasión es realmente joroschó. Como he anticipado antes, hablo de La naranja mecánica, una novela de Anthony Burgess, que nadie, o casi nadie recordaría, de no ser por la versión cinematográfica que realizó Stanley Kubrick en 1972, diez años después de la publicación del libro. Seguramente, mis queridos lectores barra oyentes, habréis videado esa película aunque nunca hayáis tenido el libro entre vuestras rucas. Si sois de la inmensa mayoría que tan sólo conocéis la versión en cine, permitidme el consejo de que leáis la novela. Y es que aunque el filme es fiel en el argumento (salvo por esos detalles sin importancia, algo inevitable en una adaptación) a su inspirador relato escrito, lo cierto es que el libro, cuando llegó a Estados Unidos (la edición original es británica) fue mutilado. El editor norteamericano le dijo a Burgess que el último capítulo era una traición al argumento y a la obra, y fue eliminado. Kubrick, rodó la película basándose en la versión estadounidense del libro, y eso que la producción también era británica. No se sabe si lo hizo por desconocimiento de la edición completa o porque prefería el significado de la edición yanki. Pero me adelanto a los hechos…

El argumento de este libro es la historia de Alex, un chico que pasa su tiempo en compañía de sus tres drugos ejerciendo toda la violencia de la que es capaz: robos, atracos, palizas, violaciones… hasta que finalmente es encarcelado y sometido a un tratamiento en el que es condicionado para que se vea incapaz de hacer actos violentos, ni siquiera poder contemplarlos (con el agravante de que en este tratamiento también desarrolla un malestar al oír música clásica, ya que la asocia con la violencia al ser la “banda sonora” de este singular tratamiento conductista). De vuelta en el mundo real, es incapaz de integrarse y sufre desde la posición del más débil, hasta que la situación se hace insostenible… el último capítulo de la edición inglesa (el que no aparece en la película) es una suerte de epílogo en el que Burgess transmite su particular moraleja: una defensa del libre albedrío, de la elección voluntaria entre el bien o el mal. Y que, en definitiva, la edad cura muchos males. Si queréis saber más diferencias entre el libro y la película, os sugiero que curioseéis la Wikipedia entre otros sitios web. Si os atrevéis con el inglés, podréis enteraros de más detalles.

Argumento aparte, el libro está relatado en primera persona. Se ambienta en unos futuristas años 90, en Londres. Como curiosidad, destacar el uso del vocabulario nadsat, una jerga específica de los jóvenes (que he emulado tímidamente en los párrafos anteriores) cuyas palabras provienen de lenguas eslavas, particularmente el ruso, y que se asemeja a la jerga rimada Cockney usada por las clases populares inglesas. Burgess (al que David llama de mil maneras en el programa) tenía facilidad para los idiomas: no sólo introdujo esos extranjerismos sino que en la edición española dio su consejo para su castellanización más apropiada. Nos hacemos eco también de la película, por supuesto.

Además del Vida y milagros, tenemos un Informativo insólito bastante cortito debido al ajuste de tiempos, en el que sólo damos dos noticias. Y este ajuste de tiempos se debe a que el relato del Érase que se era venía en audio y duraba más de lo que pensábamos en un principio. Se trata de un cuento titulado “Panocha”, escrito por Manuel Enríquez, de la Escuela de Perros Guía de Madrid, y del que ya leímos otra historia en el programa sobre El perfume. Como en la anterior ocasión, la encargada de su lectura es su esposa Teresa Quintana, y la música de fondo corre a cargo de Mozart.

El resultado final: un programa un pelín más largo de lo habitual (espero que eso sea algo bueno para vosotros) y en general bastante entretenido, con una gran calidad de contenidos en todas las secciones. Como despedidad temporal no está nada mal.

Así que nada. A partir de ahora las entradas serán menos frecuentes, pero con la entrada del año confío en tener al menos algún programilla nuevo con el que obsequiaros. Mientras tanto, no olvidéis leer mucho y pasaros por el blog ocasionalmente. Si hay novedades sobre la conversión de este blog en página web ya os iré avisando.

Pues nada más. Hasta la próxima, y como decimos por aquí, que se dé bien. Os dejo la ficha del libro como es costumbre. Ya sabéis que las críticas, insultos, sugerencias, e incluso los halagos, los podéis mandar a mighty_eldarion@hotmail.com. O también dejarlos en los comentarios.

Hasta la vista.

La Naranja Mecánica

  • Título original: A Clockworck Orange.
  • Autor: Anthony Burgess. © 1962
  • Edición española: Ediciones Minotauro, 1976.
  • Edición comentada: Minotauro, 3ª edición (1998), 4ª reimpresión (2002). Incluye una introducción de Burgess (1986) y el capítulo 21 (ed. Británica. Hasta entonces, la edición española era traducción de la norteamericana).
  • Nº páginas: 201+12 de la introcucción (incluido el vocabulario nadsat). Formato bolsillo, tapa blanda.

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