Anoche pensé aquello de que nos merecíamos la crisis, y además con razón.
No había salido y me quedé en casa viendo la tele y en general perdiendo el tiempo. En un momento dado, pasada la medianoche, fui al salón a picotear algo con mis padres (como buen friki, me refugio en mi cuarto las 24 horas del día). Y claro, lo que tiene vivir en familia es que también hay que ver la tele en familia.
Cuando llegué estaba puesta Antena 3, y en ese circo llamado ¿Dónde estás, corazón? se dedicaban a diseccionar la entrevista que llevaba dando Julián Muñoz, ese personajillo, desde hacía un mes. Mi primer pensamiento fue “joder ¿quién le ha pagado los 350.000€, Antena 3 o Telecinco?, porque el hijodalgo no hace la entrevista y mientras, Antena 3 está petando la audiencia”. Sin embargo, conforme seguían diciendo tonterías, empezamos (mis padres y yo) a plantearnos la posibilidad de que Telecinco hubiese hecho finalmente la tan anunciada entrevista.
Y en efecto, pusimos Telecinco y ahí estaba Julián Muñoz. Más que Telecinco, debería decir Telemierda. Me gustaba más cuando empezó en 1990 y la llamábamos Teletetas, en la época en que la cadena se cobijaba bajo la alargada sombra de Berlusconi: las Mama Chicho al menos no me ponían de mala hostia.
El delincuente, caradura, estafador, malvelsador (no, Jordi González no, el otro, el del bigote) miraba una intervención suya en la misma cadena unos años atrás, enfrentándose a otro personaje de su calaña, Jesús Gil. Al poco, el presentador Jordi González recordó a los telespectadores la ingente suma que le habían pagado a Julián Muñoz, y encima añadió: pero este hombre vale más por lo que calla que por lo que cuenta. Traducido: le hemos untado de pasta y no nos va a contar una mierda. Pues qué bien.
Telecinco desde luego se está empeñando en demostrar que aún no ha tocado fondo. Se está dejando una pasta por entrevistar a delincuentes o sus familiares: Julián Muñoz, Luis Roldán, o Violeta Santander, la novia de un maltratador que agredió brutalmente a un hombre que quiso defenderla, y que encima no quería ser defendida (sarna con gusto no pica, que diría Pérez-Reverte. Eso sí, ahora en diciembre patrocinamos lo de 12 meses, 12 causas: contra la violencia de género, y son una tele comprometida. No me jodas.
La semana anterior al menos tuve el consuelo de que la no entrevista se había estrellado con la audiencia. Y esperaba que se repitiera, como también lo deseaba la plataforma en contra de la entrevista, pero no pudo ser. La verdadera entrevista tuvo el beneplácito de los espectadores, más de dos millones y medio, y un 20% de share (es decir, una de cada cinco personas que veían la tele, vieron la entrevista). Antena 3 se dio el batacazo con un 13,7%, según recoge FórmulaTV. Les está bien empleado por ofrecer la misma mierda, y es que el programador de televisión es un especimen cobarde por naturaleza que bien merece la cárcel, pero eso es otro tema.
Y así va el país. ¿A qué se dedica la gente un viernes por la noche? Se dedica a ver a una de esas personas que tienen la culpa de que la vivienda esté por las nubes gracias a la especulación. Se ha dedicado ningunear un derecho constitucional y a convertirlo en un negocio, y de paso que él y sus colegas de ayuntamiento se llenasen los bolsillos. Le imponen una pena ridícula, le conceden el tercer grado y ¿cómo afronta sus deudas? Subastándose a cambio de cuatro preguntas. Y a todo esto, lo que más le interesa al pueblo de ese criminal es que se liase con una tonadillera (que por cierto tiene un hijo que también se dedica a vivir de la sopa boba).
Venga, que no cunda el mal rollo, que ya llegan las navidades y nos podemos arruinar del todo comprando.
mighty_eldarion@hotmail.com (comentarios, sugerencias, preguntas, dudas e insultos en general).
sábado, 29 de noviembre de 2008
Restregándolo por la cara
De la mente perturbada de
Alfredo M. Pacheco
Etiquetas:
mi raja del culo,
television y otros esperpentos
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