He sido malo por muchos caminos; y habiendo dejado de ser malo no soy bueno, porque he dejado el mal de cansado y no de arrepentido.Así se definía en una carta el autor que traemos esta semana a UDELV. Y es que un autor demuestra su grandeza por su obra, no por haber tenido una vida más o menos azarosa o por haber sido todo un personaje en vida. Pero sin duda, la vida que traemos esta vez a la sección Vida y milagros es la más apasionante que hemos tratado a lo largo de estos años.
Don Francisco de Quevedo y Villegas nació en Madrid en 1580 y falleció el 8 de septiembre de 1645 en Villanueva de los Infantes, C. Real, que es como sabéis el pueblo donde se emite Un día en la vida en Infantes FM. Evidentemente, no podíamos ignorar a un escritor tan ilustre teniendo una relación tan estrecha con nuestro pueblo.
Como digo, la grandeza de Don Francisco radica en su pluma y no en sus hechos. De otra forma, no se le seguiría recordando más de trescientos cincuenta años después de su muerte. Estandarte del conceptismo (frente al culteranismo representado por su archienemigo Luis de Góngora), supuso una revolución en la poesía de la época, renovándola y agilizándola. Hablar aquí de la obra de Quevedo sería una misión inútil. Hay toda una biblioteca a propósito de este tema, y no creo que pudiera aportar nada novedoso. Prefiero centrarme en las peculiaridades del programa.
La emisión tuvo lugar el 21 de agosto, y adoptamos la fórmula del monográfico, puesto que queríamos abordar la figura de Quevedo con detalle. Nos centramos más en su vida que en su obra, ya que comentar sólo unos sonetos o alguna obra en prosa no haría justicia a un escritor tan prolífico, que escribió desde los más bellos sonetos amorosos a las más feroces críticas contra el sistema y las costumbres de su época.
El programa fue en directo, frente a los dos anteriores de la temporada, que tuvieron que grabarse por motivos de agenda. Esa es la razón por la que al principio tenemos que volver a empezar la presentación: aunque la música y voz se estaban grabando correctamente, la voz no estaba emitiendo en directo. En el aspecto técnico está un poquillo más flojo que otros (aparte del gazapo mencionado, se notaba bastante diferencia entre el volumen de voz de David frente al mío), aspectos que he intentado subsanar en lo posible al editar los cortes del programa. Quizá por eso notéis pequeños altibajos en la música de fondo al intentar compensar las voces. Sin embargo, si podéis escuchar el programa en un sitio sin demasiado ruido y poniéndolo a un volumen adecuado, lo oiréis perfectamente.
Durante el monográfico se oye como música de fondo las Variaciones Goldberg de J. S. Bach. Al tratarse de una obra cuyo autor lleva fallecido más de cien años, no tenemos problemas de copyright, por lo que podréis disfrutar el programa en su duración íntegra. No obstante, he hecho los cortes habituales, aunque la distribución de los tiempos varía un poco, y podréis encontrar las secciones que planificamos en el guión de este programa cada una en un archivo distinto. Además, al principio y al final de cada archivo tendréis un ratito de música clásica.
El programa contó con la colaboración de Jorge García Durán, que nos leyó un par de sonetos a lo largo de la primera parte de la Vida y milagros. También hay una entrevista a Juan José Guardia y Presen Pérez, de la Orden Literaria Francisco de Quevedo, que nos hablaron de la Orden en sí, del Certamen Poético que tiene lugar cada 28 de agosto en los Claustros del Convento de Santo Domingo y de la figura de Quevedo. Pensad que es un programa emitido en una radio local, y que faltaba una semana para la entrega de premios, de ahí que se den los detalles de ganadores, etcétera, amén de la mención a patrocinadores y colaboradores. Aparte de eso, la entrevista fue todo un baño de cultura, y no puedo dejar de recomendaros un evento tan singular como el Certamen Poético, donde se adoptan usos y costumbres del siglo XVII y el público se traslada a otra época durante una hora y media.
XXVI Certamen de Quevedo, que tuvo lugar en 2006. Pincha para ampliar.
El programa de Quevedo era una idea que teníamos prácticamente desde el otoño pasado. En cierto sentido, es uno de los que mayor preparación han tenido. Y pese a los gazapos, creo que no ha quedado tan mal. Un programa tranquilo para escuchar preferentemente de noche, relajado. No creo que peque de vanidoso al decir que si David y yo preparásemos los programas de esa forma, trabajando mano a mano (en lugar de preparar cada uno su parte por su cuenta), podríamos hacerle sombra a cualquier programa cultural de una cadena mayoritaria. Tampoco voy a negar que es un programa más cargado de contenido y que puede resultar algo más pesado, aunque eso debe decidirlo el oyente. Nosotros simplemente quisimos homenajear a este gran poeta e intentar despertar la curiosidad en nuestros lectores y oyentes sobre este autor, a través de sus sonetos, de su vida, y de algunas anécdotas. Si os gusta, Quevedo os esperará paciente en las bibliotecas e incluso en la red, y yo os esperaré al morir el día, el próximo 28 de agosto, en los Claustros del Convento de Santo Domingo.
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