martes, 22 de enero de 2008

Pues nos dieron calabazas.

Hacía ya bastante tiempo que no acudía a algún concierto, al menos en Madrid. Y es que, con todos mis respetos a Medina Azahara, que dieron un espectáculo excelente el pasado 17 de agosto, no es lo mismo acudir al recinto habilitado a tal efecto por las autoridades municipales de Villanueva de los Infantes, que hacerlo a una sala de la capital, cumpliendo debidamente con todo el ritual. Vaya también mi disculpa hacia las autoridades municipales del citado pueblo: fue algo encomiable que volviesen a traer a una banda con cierto renombre después de tantos años.

El espectáculo fue el pasado sábado, 19 de enero, en la sala La Riviera. Hacía allí su parada el Hellish Tour 2007/2008, a cargo de Helloween y Gamma Ray, con Axxis como teloneros. Pensé que una banda como Helloween bien podría llenar recintos más grandes (aunque lo cierto es que se agotaron las entradas), pero en Madrid no hay término medio: o te vas a salas más o menos pequeñas, o ya de ahí saltas a plazas de toros y recintos varios como el Palacio de los Deportes. Cuando llegamos aún no habían abierto puertas. Esperamos a que empezase a avanzar la cola mientras tomábamos unas cervezas. Cualquiera que haya estado en un concierto puede imaginar la excitación de esos momentos previos: la espera, el caminar despacio hacia la puerta…

Axxis comenzó su actuación puntual. De hecho, la gente aún estaba entrando, o haciendo cola para el ropero (como fue mi caso) etc. Los teloneros siempre son los más perjudicados en estos eventos. No sólo tienen que empezar con la gente aún entrando y demás, sino que se nota una calidad de sonido por debajo de la de las bandas principales que no tendrías por qué ser así. Amén de que, por razones obvias, disponen de menos espacio para su actuación.

La banda de Bernhard Weiβ supo hacer muy bien su labor. El genuino cantante, con su actitud y su peculiar estilo a la hora de actuar, animó a la concurrencia. De los pocos temas que tocaron (disponían de poco más de media hora), incluyeron un par de temas de su último disco, Doom of destiny, que presentan en esta gira. Ocasionalente, Weiβ se dirigió a la audiencia en castellano, tirando de chuleta, eso sí. Pero en definitiva, un arranque muy bueno, a tono con el que sería el ambiente del resto del espectáculo.

Gamma Ray no se hizo esperar demasiado y arrancaron ante un público ya entrado en calor. Kai Hansen aún se recuperaba de una gripe y su voz no estaba al cien por cien. Además, desde mi sitio, el sonido de las guitarras envolvía al de la voz. Sin embargo, Hansen hizo unos buenos agudos durante la primera mitad del concierto. Fue entonces cuando invitó al escenario a Henning Basse (Metallium), quien ha estado con los teutones durante sus conciertos en España para arropar al líder de Gamma Ray en las labores de vocalista. Basse cantó algunos temas mientras Hansen descansaba la voz y se concentraba en la guitarra.

La última parte la actuación contuvo los temas más coreables, ideales para que Kai pudiese apoyarse en el público. Rebelion in Dreamland encendió a una audiencia entregada, y después de este clásico vino un auténtico cañonazo: Heavy metal universe. Así que se formó un auténtico “mar de greñas”, salvo por excepciones como servirdor, que lleva el pelo corto… y mi colega Emilio, quien luce un estilo más cercano a Halford. Tras esta canción, Gamma Ray optaron por algo más “serio”, según sus palabras. En realidad, hicieron una versión con guitarras del Walls of Jericho de Helloween que enlazaron con Ride the sky. Finalizaron con Send me a sign, dejándonos a todos con un muy buen sabor de boca para el plato fuerte de la velada.

El parón hasta la actuación de Helloween fue más largo. La banda es conocida por su peculiar iconografía y quisieron lucir una puesta en escena a tal efecto. La Riviera es el sitio idóneo, ya que es de un local que se presta al montaje de este tipo de escenarios. Tras la batería de Dani Löble se podía ver una ruleta igual que la que aparece en la portada del último disco de los alemanes, Gambling with the Devil, además de un inmenso muñeco que había al lado, a imagen y semejanza del charlatán con sombrero de copa y bastón, y que recordaba vagamente al maideniano Eddie.

El repertorio de canciones fue relativamente variado y quizá un poco arriesgado (se incluyeron piezas de larga duración como Halloween y King for a thousand years). Pese a ser la gira de presentación del citado album, apenas se pudieron escuchar un par de temas, como As long as I fall (pegadizo single) o la coreada The bells of the 7 hells. Y es que Helloween es un grupo con una dilatada carrera y tiene ya bien apuntalados los pilares de su trayectoria musical. En bandas así, los discos recién salidos difícilmente calan tan hondo y no siempre conviene tocar muchos temas de éstos a cambio de poder repasar cortes más clásicos.

En otras crónicas se ha hablado de un setlist descompensado. Así, trabajos como Pink bubbles go ape o Chameleon no tuvieron representación, y en cambio se apoyaron más en los dos Keepers y en la etapa de mediados/finales de los noventa (Master of the Rings, Time of the Oath…), cuando confluyó en la banda la formación más estable, con Roland Grapow a la guitarra y Uli Kusch a la batería.

Sin embargo, los nuevos miembros supieron ganarse al público con creces. Dani Löble protagonizó un espectacular solo que dejó bien clara su calidad a los tambores. En medio del solo hubo tiempo para un número cómico en el que Deris, Grestner y Groβkopf se transformaron en barbudos enanos que con voz de pitufo interpretaron Smoke on the water… hasta que Weikath se cansó y decidió aniquilarles con una metralleta de plástico. Por su parte, Sascha Grestner hizo una gran labor en la guitarra solista y se ganó muy bien al público. Personalmente, me quedo con la ejecución de King for a thousand years con una guitarra de doble mástil.

Andi Deris ofició de perfecto maestro de ceremonias. El carismático cantante tiene una baza a su favor, y es que se maneja bastante bien con el castellano. Resultó muy cercano al público y supo animarnos muy bien. Deris no sólo canta, sino que actúa, interpreta las letras, y transmitía no sólo con la voz sino con su lenguaje corporal. Hizo un notable trabajo en las labores de vocalista, alcanzando buenos agudos. Me sorprendió su forma de interpretar los temas antiguos, que originalmente cantaba su predecesor Michael Kiske. Se defendió bien y le encontré más “atrevido” a la hora de cantarlos si lo comparamos p.ej. con las versiones que aparecen en High Live.

Se ha calificado a Helloween como los inventores del happy metal, y eso quedó bien patente en el ambiente que se percibía en el escenario, en la actitud desenfadada y la complicidad con el público. Tras una primera parte de la actuación regresaron con un bis en el que comprimieron algunos temas en un medley francamente estupendo. Deris apareció con chaqueta de lentejuelas (si lo hubiera visto José Luis Moreno lo ficha seguro) y sombrero de copa, y tras la intro de Perfect Gentleman sonaron I can, Power, Perfect Gentleman (esta vez las estrofas principales)… hasta acabar con la última parte de Keeper of the seven keys.

Nueva retirada del grupo. Sin embargo, los que habíamos espiado las crónicas en otras ciudades sabíamos que nos aguardaba un fin de fiesta espectacular. Y así fue: la banda regresó nuevamente, pero esta vez acompañados por todos los miembros de Gamma Ray, a excepción de Dan Zimmerman, y juntos tocaron dos famosísimos temas de los “Keepers”. Un total de ocho personas en el escenario, un batería, dos bajos, cuatro guitarras y un cantante interpretaron Future World y I Want Out. Deris y Hansen se alternaron a las voces, aunque el primero tuvo mayor protagonismo y destacó más (al fin y al cabo, Hansen también estaba concentrado en la guitarra). Un apoteósico final que fue la conclusión de más de cuatro horas de espectáculo.

Sobreviví íntegro a la prueba. Me quedo con un estupendo sabor de boca. Como siempre, lo peor es que nos tengan que desalojar antes de las doce, ya que al ser en sala, a esa hora comienzan la sesión de noche. Vale, estupendo para los que vayan en transporte público, pero es una política que no comprendo. A Madrid le hacen falta salas para conciertos.

mighty_eldarion@hotmail.com (comentarios, quejas, sugerencias e insultos en general)

1 impertinencias.:

Dante dijo...

Sólo puedo decir (mientras agito la melena y tal) "I WANT OUT!!"